No resulta impertinente ignorar la mugre que envuelve la avaricia y trastoca la verdad. Cuando muchos aficionados taurinos andan en eso de las vacaciones, es preciso recordar el asueto a que obliga este gobierno infame a millones de españoles parados sin caducidad y creciendo. Pues estos traidores siguen en su mentira de prometer el regreso al paraíso a todos los que les ayuden a mantener el terror, la desesperanza y la miseria en España. Gracias a la ruina económica de todas las gentes trabajadoras de este País han logrado que los españoles tengamos la piel más blanca del mundo porque solamente vemos el sol los lunes. Estos malvados dictadores bananeros, los golfos que mandan en España, han conseguido que el vulgo tenga, de nuevo, sangre azul porque las venas se transparentan, el músculo desaparece y el cerebro se destruye frente al miedo y la incertidumbre de un futuro que no nos pertenecerá. La mayoría de los ciudadanos no necesitan descanso, tienen todo el tiempo del mundo para el ocio. Estos magníficos chorizos, en asociación con sindicalistas corruptos, terroristas irredentos y separatistas devoradores han hecho desaparecer las empresas, el trabajo, el turismo y España. Tantas mentiras sobre economía, empleo, “brotes verdes”, “a pachas” con terroristas, nacionalistas, sindicalistas, moros y verdugos americanos nos han llevado a una catástrofe que tardaremos Siglos en reparar.
José Ortega Cano es el torero. No un torero, ¡es matador de toros!. Mucho más que un mortal corriente. Moleste a quien sea y confunda a quien le odie y se enriquezcan a su costa, buitres quebrantahuesos, hienas insatisfechas sexualmente y mariposonas carroñeras. No entro en referencias de interés personal, que también, es el sentimiento como aficionado y amigo en demanda de reconocimiento, derechos y el respeto que se ha ganado Ortega Cano con su esplendidez artística para ser incluido en la historia de la tauromaquia y la de España.
En principio existía la Palabra y el Verbo se hizo arte para alumbrar el toreo. Para este hombre impar, su leyenda comienza en la Plaza de Toros de Vista-Alegre, “La Chata”, temporada de 1.973. El cartel resultaba de lo más atractivo para el público. La publicidad en prensa del día de antes daba amplios detalles. Podía leerse en todos los diarios madrileños el cartel y muy variados comentarios relacionados con el festejo y sus protagonistas:
“Plaza de Toros de Vista-Alegre”
Mañana domingo, a las 5 de la tarde,
Inauguración de la temporada.
¡Grandiosa Novillada!
Seis Novillos, Seis de don Francisco
Campos Peña, de Sevilla, para los
Famosos Novilleros:
- José Ortega.
Nuevo en esta plaza
- Carlos Escolar (Frascuelo)
Triunfador de la temporada anterior
- Rafael Ponzo
de Venezuela, nuevo en esta plaza.
Taquillas: Victoria 3.
¡Precios Populares!
El rabo del palomo, cortado el año anterior, seguía produciendo comentarios en contra y defensas acaloradas de incondicionales carabancheleros que consideraban a Sebastián un hijo ilustre de la barriada toreraa. El tirón de “Frascuelo” era superior, había sido el novillero triunfador del año pasado. José era el futuro, brillaba en espectáculos cómicos despachando becerros con sobresaliente eficacia. Su fama llegaba precedida de sus actuaciones en plazas importantes. Terminó la temporada con más de treinta novilladas y acaso, hubiera duplicado la cifra de no ser por las tres cornadas que sufrió. La primera el 20 de Febrero en Granada en donde resultó herido grave. Reaparece en Málaga el 5 de Marzo y vuelve al hule por la cornada de un novillo de la ganadera, Belén Ordóñez. En Barcelona recibe otra cornada el 1 de Junio por un novillo de Grande que le deja 23 días fuera de servicio. Torea en las plazas de más compromiso, Córdoba, Valencia, Sevilla, Barcelona, Almería y otras de menor calado y en casi todas corta orejas. El día 1 de Agosto se encierra con seis novillos del Conde de Mayalde en Barcelona cortando siete orejas. Concluye la temporada en Zaragoza el 8 de Octubre alternando con “Antoñín” y también, con “Frascuelo”. Después de un año lleno de sacrificios, decepciones y desesperación, toma la Alternativa en 1.974 en Zaragoza. Las empresas le ignoran y le devuelven a la amargura. Tarda cuatro años para ser contratado en Madrid y Confirmar.
José Ortega Cano es uno de los toreros más heridos de la historia. Si apuntamos el accidente último de automóvil, podemos decir que siempre se ha vestido de sangre y azabache. La indecencia se ha cebado con el torero y mucho más con el hombre. El chapapote diabólico del cotilleo carroñero no puede enterrar la verdad de una vida sacrificada, en lucha continúa por resurgir a tantas agresiones sufridas en lo largo de toda su vida. Ortega Cano mantiene intacto su arte triunfador, el cariño de todos sus amigos y el respeto de las personas que le conocen y admiran por ser espléndido como personal y profesional intachable.
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